La policía local de Plasencia denunció a un taxista, autorizado en una ciudad cercana, por transportar drogadictos al vecindario de San Lázaro para adquirir sustancias narcóticas.
Esta práctica, conocida como «zona de drogas», está prohibida por la ley de seguridad ciudadana y se considera un delito grave, con sanciones que pueden superar los 601 euros.
Durante la intervención, la unidad canina de la policía local registró el vehículo, encontrando varias dosis de sustancias narcóticas. Como resultado, los pasajeros del taxi también fueron denunciados por posesión de drogas.
La policía local recuerda que este tipo de comportamiento favorece la proliferación del tráfico de drogas y reafirma su compromiso en la lucha contra el consumo y la distribución de sustancias ilegales en la ciudad.
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