- María vive con su hijo, Francisco Sayago, el pastor de la parroquia de Cristo Rey. Llegó a Mérida en 2007, acompañando al hijo y, desde entonces, dice, todavía siente un emeritor.
El alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, visitó esta mañana en su casa en Maria Aroda, quien, el 18 de junio, cumplió 100 años. Por lo tanto, el alcalde, como se hace con otros ciudadanos que alcanzan esta edad, le ofreció el escudo de oro de Mérida.
Rodríguez Osuna tuvo una conversación interesante con el centenario que disfruta de un recuerdo extraordinario y una buena salud «a pesar de los problemas de movilidad en los brazos y las piernas», como reconoció la Honorrea.
El alcalde explicó que, de los más de 61,000 habitantes de Mérida, 23 son centenarios y unas veinte son mujeres.
María Arm nació en Ribera del Fresno, donde trabajó toda su vida «en mi casa, hice las mesas y bocadillos para el bar de mi esposo». Después de cerrar el bar, estableció una librería que corrió directamente. La madre de tres hijos y una hija, tiene seis nietos y tres grandes nietos.
María vive con su hijo, Francisco Sayago, el pastor de la parroquia de Cristo Rey. Llegó a Mérida en 2007, acompañando a su hijo y, desde entonces, dice, todavía siente un emeritor. A partir de un año antes de la pandemia, no regresó a su ciudad natal y, por lo tanto, la semana pasada, también recibió la visita del alcalde de Ribera del Fresno, con motivo de su centenario.
El alcalde también le ofreció un lucio con la imagen de Santa Eulalia, que recibió el brazo emocionado de María, que, con orgullo, afirma que «en lo que me queda, no olvidaré hoy».
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