El cierre de esta semana de dos franquicias de los centros de Mérida y Cáceres confirma la tendencia de las grandes marcas de abandonar el centro histórico a favor de los centros comerciales, lo que afecta directamente al comercio local al reducir el flujo de clientes potenciales.
La nueva oferta comercial
El año 2025 comenzó con la desaparición de dos tiendas icónicas en la ciudad principal. El 25 de enero, la tienda Pull and Bear en Mérida cerró sus puertas, y el lunes, un vinilo negro cubre el escaparate de Calzedonia en Cáceres, tras cesar su actividad. Los comerciantes advierten que este fenómeno no es nuevo. Otras marcas importantes ya han optado por trasladar su negocio a los grandes complejos comerciales, lo que ha obligado a los centros urbanos a redefinir su oferta comercial.
En Cáceres, el comercio se ha orientado hacia un modelo turístico, con un aumento de franquicias dedicadas a regalos y productos tradicionales. Mientras tanto, en Mérida, los espacios vacíos dejados por estas grandes marcas están siendo ocupados por empresas más pequeñas y locales, que luchan por mantenerse en un entorno cada vez más complicado.
Este fenómeno ya se había observado en Badajoz, donde la tradicional calle Menacho ha comenzado a perder unidades a favor del centro comercial El Faro, que ahora concentra la mayoría de las grandes marcas que se ofrecen en la ciudad.
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