La reducción de la jornada laboral llega al Consejo de Ministros el martes. Antes de una compleja negociación para dibujar un texto que aumenta de 40 a 37.5 horas por semana.
Según los sindicatos, entre 160,000 y 190,000 extramaduras podrían beneficiarse de la reducción del programa de trabajo. Para las comisiones de los trabajadores, es una medida de justicia social que no podría retrasarse. Para UGT es él también. Además, ven el procesamiento por ley, como el mecanismo ideal para que la medida se aplique de manera eficiente.
El 92 por ciento de las empresas extremas con empleados son micropime, con entre 1 y 9 trabajadores. Por esta razón, el empleador cree que la reducción del día generará importantes desajustes organizacionales y un aumento en los costos laborales en el personal. Esto terminará agitando la creación de empleo.
Para los sindicatos, el trabajo de menos horas no debe producir menos y poner como ejemplo los países del Centro y Europa del Norte. Por otro lado, los economistas son cautelosos al cuantificar el posible impacto de la medida en la productividad. La clave, explican, será mejorar los recursos y la capacitación tecnológica.
El proyecto de ley sobre la reducción del día también tendrá en cuenta el derecho a la desconexión digital y el registro de tiempo, también digital. Para un mayor control con el tiempo funcionó.
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