Los aplausos de Pedro Sánchez resonaron fuertes dentro y fuera del Comité Federal de PSOE, pero las reacciones al final de la evidencia de que la crisis interna aún no está cerrada. El único que levantó la voz contra la Dirección Socialista fue el presidente Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien advirtió: «Si no ofrece salidas y soluciones, obviamente es parte del problema».
Sus palabras han generado críticas inmediatas del Partido mismo. La Ministra de Ciencias, Diana Morant, respondió: «El Sr. Page debe comprender que existe una mayoría de apoyo muy clara para nuestro Secretario General». Por su parte, Patxi López enfatizó la necesidad de la unidad: «Tenemos líneas cerradas en lo que tenemos como obligación, que es gobernar para la gran mayoría de este país».
Dentro y fuera de Ferraz, Sánchez recibió aplausos y abucheos. Solo el alcalde de Palencia, Miriam Andrés Priesto, salió en defensa de García-Page: «Defendí que todos los socialistas tienen derecho a comentar sin ser un pitado o recriminado por colegas».
La crítica de los socios y la oposición
Mientras tanto, los socios del gobierno de PSOE permanecen en la espera de sus movimientos y exigen más medidas. Desde la adición, Yolanda Díaz ha sido abrumadora: «Creo que estoy en un shock y tengo que tomar medidas. Repito esto nuevamente porque, si no, en el noveno lugar, el Presidente del Gobierno actuará e intervendrá en nombre del Partido Socialista».
El miércoles, Pedro Sánchez aparecerá en el Congreso. La oposición no espera nada de su intervención y mantiene sus ataques. El presidente Madrid, Isabel Díaz Ayuso, criticó fuertemente al jefe del ejecutivo: «Ayer, el líder le pintó la cara como india Arapahoe Para verse mal y hablar sobre los privilegios … el privilegiado será su hermano, que no sabe dónde tiene la Oficina de Artes Picturales.»
Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, aseguró que «Sánchez está dispuesto a resistir cualquier precio y también quiere que esta resistencia destruya al Partido Socialista».
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