El oro líquido de Extremadura está en plena temporada de producción de aceite de oliva. A pesar de que los molinos están trabajando a pleno rendimiento, la falta de lluvias ha generado cierta incertidumbre sobre los precios y la cantidad de producción esperada.
Según el Ministerio de Agricultura, se estima una producción de 80.500 toneladas de aceite de oliva en Extremadura. Sin embargo, cooperativas y organizaciones agrarias como APAG Extremadura ASAJA reducen esta cifra a alrededor de 70.000 toneladas, un 10% menos que en la campaña anterior. Juan Metidieri, presidente de ASAJA Extremadura, señala que todo dependerá de las condiciones climáticas en los próximos días.
A pesar de la menor producción esperada, se destaca la calidad del producto obtenido, lo que podría compensar parcialmente la disminución en la cantidad de kilos de aceituna. No obstante, tanto productores como cooperativas muestran preocupación por los precios actuales. Alberto Carrillo, director gerente del Grupo Viñaoliva, advierte que los precios deberían reflejar la situación actual, ya que están a la baja y no corresponden a la calidad del producto. En comparación con países como Italia, donde los precios son más altos a pesar de una calidad inferior, la competencia se vuelve más difícil para el mercado español.
Desde las cooperativas se destaca que, aunque el inicio de la temporada ha sido fuerte con precios alrededor de los 5,50 euros, ya se está viendo una presión a la baja con la intención de reducirlos por debajo de los 5 euros.
En resumen, la campaña de aceite de oliva en Extremadura se enfrenta a desafíos en términos de producción y precios, lo que genera incertidumbre en el sector. La calidad del producto es destacada como un punto fuerte, pero la competencia internacional y las condiciones del mercado plantean retos para los productores y cooperativas en la región.
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