Es una resolución pionera en Europa, donde una Agencia de Protección de Datos ha impuesto una multa por difundir imágenes manipuladas con inteligencia artificial. El primer sancionado es uno de los 15 menores de Almendralejo que utilizaron IA para desnudar a sus compañeras de clase y compartir las fotografías en redes sociales. La multa inicial fue de 2.000 euros, pero por pronto pago se redujo a 1.200 euros, cantidad que ya ha sido pagada.
Otro aspecto relevante es que varios de los menores involucrados han recibido notificaciones similares. Por ejemplo, María Victoria Pérez, abogada de uno de los jóvenes, ha presentado un recurso argumentando que no se puede juzgar dos veces a una persona por la misma acción, especialmente cuando ya ha cumplido la sentencia impuesta por el Juzgado de Menores de Badajoz.
Los 15 menores en cuestión ya han completado la sentencia de un año bajo libertad vigilada dictada por el Juzgado de Menores de Badajoz, por lo que este proceso administrativo es independiente de la vía judicial.
En cuanto a las víctimas, como Miriam Al Adib, madre de una de las niñas afectadas, destacan que su objetivo principal era lograr justicia y que se reconociera el delito. No buscaban una compensación económica, sino que se hiciera visible el daño causado. La sanción impuesta por la agencia de protección de datos se percibe como un hito significativo en este caso, ya que el deepfake no estaba tipificado como delito previamente.
En resumen, este caso ha evidenciado que las acciones en línea tienen consecuencias tanto administrativas como penales en la vida real. La importancia de proteger la privacidad y la integridad de las personas, especialmente en un entorno digital en constante evolución, ha sido resaltada a través de esta resolución y sus implicaciones.
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