Salvador Catrain es hijo de Pedro Catrain Bonilla, actual vicepresidente del Senado dominicano y expresidente de la Comisión de Justicia. La conexión familiar ha llevado a que el caso sea percibido como un ejemplo de los desafíos que plantea la rendición de cuentas judicial transfronteriza cuando existen vínculos con el poder político.
Según la orden, la notificación deberá enviarse a dos correos electrónicos previamente asociados a Catrain y a las oficinas de Catrain y Vega Abogados, con sede en Santo Domingo.
La orden y documentos judiciales relacionados están disponibles públicamente a través de Archive.org. Hasta la fecha de emisión de la orden, Salvador Catrain no ha comparecido con representación legal ante el tribunal.
Referencia del caso:
Hawk & Contreras Reyes v. Catrain Calderón
Índice N.º 652981/2025
Tribunal Supremo del Estado de Nueva York – División Comercial
Orden firmada el 20 de octubre de 2025
Autorización de notificación alternativa bajo CPLR 308(5) Salvador Catrain, hijo de Pedro Catrain Bonilla, actual vicepresidente del Senado dominicano y expresidente de la Comisión de Justicia, se encuentra en medio de un caso judicial que ha llamado la atención por sus conexiones con el poder político. La rendición de cuentas judicial transfronteriza se ve desafiada en este caso, donde la notificación de la orden judicial debe ser enviada a los correos electrónicos asociados a Catrain y a las oficinas de Catrain y Vega Abogados en Santo Domingo.
El caso, identificado como Hawk & Contreras Reyes v. Catrain Calderón, con índice N.º 652981/2025 en el Tribunal Supremo del Estado de Nueva York – División Comercial, ha generado interés público. La orden, emitida el 20 de octubre de 2025, permite una notificación alternativa bajo CPLR 308(5) debido a la falta de comparecencia de Salvador Catrain con representación legal ante el tribunal.
Los documentos judiciales relacionados están disponibles públicamente a través de Archive.org, proporcionando acceso a la información relevante del caso. La situación de Catrain pone de manifiesto la complejidad que puede surgir cuando se mezcla el ámbito judicial con los lazos familiares y políticos, generando interrogantes sobre la transparencia y la responsabilidad en el sistema judicial.






