
La independencia de los jóvenes extremeños se ha convertido en un reto casi insuperable para muchos de ellos. Según un estudio reciente, solo el 13,5% de los jóvenes extremeños consigue vivir fuera del hogar familiar, una cifra que refleja las dificultades económicas y sociales que enfrentan a la hora de emanciparse. Los altos alquileres y los bajos salarios son los principales obstáculos, lo que retrasa el proceso de independencia, provocando que la edad media de emancipación supere los 30 años.
Un sueño difícil de alcanzar
Ser joven y vivir de forma independiente en la región no es una tarea fácil. Como algunos comentan: «Puedo ver que se vuelve cada vez más difícil a medida que empiezo un trabajo y ahorro…» Las altas expectativas de gastos y la incertidumbre laboral dificultan este proceso. Muchos jóvenes se encuentran en una situación de precariedad y falta de estabilidad. «Estudio y trabajo, y me cuesta independizarme. Los alquileres son muy caros, la lista de la compra bastante cara…», añaden otros jóvenes.
Costo de vida para los jóvenes
Un joven trabajador con salario mínimo se enfrenta a una complicada crisis mensual. Aproximadamente la mitad del salario se utilizaría para pagar el alquiler de una vivienda, y a esto hay que sumarle gastos básicos como luz, gas, agua, además de comida, transporte y vestido. Estos elevados gastos hacen que muchos necesiten la ayuda de sus padres para poder dar el paso de emancipación.
La relación entre vivienda y empleo
Además de los gastos, muchos jóvenes temen que la falta de oportunidades laborales en su zona afecte su decisión de mudarse. «La vivienda se trata de empleo y de poder quedarnos aquí cuando terminemos los estudios», lamentan. Por este motivo, el énfasis está en crear oportunidades de empleo para los jóvenes para que puedan encontrar un trabajo estable que les permita emanciparse.
La situación en España y Extremadura
A nivel nacional, solo el 14,8% de los menores de 30 años logran emanciparse, cifra que refleja una tendencia difícil de cambiar. En Extremadura, este porcentaje es aún menor, descendiendo hasta el 13,5% en el último año.
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