La Navidad, una época de reuniones familiares, luces y villancicos, puede no ser motivo de alegría para todos. Muchas personas experimentan estrés, agobio o tristeza durante estas fechas, sentimientos que a veces se resumen en la calle con frases como «me estresa, me agobia, me da tristeza».
Este malestar tiene un nombre: natalofobia, también conocida como el síndrome del Grinch o, de forma más precisa pero complicada de pronunciar, cristougenniatikophobia. Se trata de un rechazo hacia todo lo relacionado con la Navidad, desde la música constante en los comercios y calles, hasta la presión social de estar feliz, pasar tiempo en familia o consumir más de lo habitual. Los expertos explican que esta fobia suele estar vinculada a la presión emocional, recuerdos negativos, la carga económica y la sensación de no encajar en el ambiente festivo.
El psicólogo Sergio García señala que se trata de un rechazo generalizado a los estímulos navideños, desde los villancicos hasta la alegría forzada, algo que muchas personas reconocen al sentirse abrumadas por tanta música festiva. Además, el temor a la soledad también se intensifica en esta época, ya que para aquellos que pasan la Navidad sin compañía, el contraste con la imagen idealizada de familia y celebración puede aumentar la tristeza.
A pesar de que se le conoce como el síndrome del Grinch, no todas las personas que se sienten tristes en Navidad odian estas fechas. Para muchos, la presión de aparentar felicidad y compartir tiempo con la familia puede resultar agobiante, lo que genera aversión hacia la Navidad, incluyendo la costumbre de intercambiar regalos.
En definitiva, para aquellos que experimentan estos sentimientos negativos durante la Navidad, la buena noticia es que estas fechas pasan pronto. Además, existen otros conceptos relacionados, como la singenesofobia (aversión a estar con familiares) y la doronofobia (miedo a recibir regalos), que también pueden influir en la percepción de estas fiestas.
FUENTE





