
Los casi 150 niños y niñas saharauis que han pasado el verano en Extremadura dentro del programa Vacaciones en Paz se han despedido este lunes. Acompañados de sus familias de acogida, han emprendido el viaje de regreso a los campamentos de refugiados de Tinduf, en Argelia.
Durante más de dos meses, estos niños han tenido la oportunidad de alejarse de las durísimas condiciones del desierto, recibir atención médica y convivir en un entorno diferente al de los campamentos. Han forjado amistades que hoy han tenido que dejar atrás, con la promesa de volver a reencontrarse en el futuro.
El día de despedida ha estado marcado por la emoción y los abrazos interminables entre los pequeños y sus familias de acogida. Ya están pensando en la próxima edición del programa, cuando el verano vuelva a brindarles la oportunidad de vivir nuevas experiencias compartidas.
Este programa ofrece a estos niños saharauis la posibilidad de disfrutar de un verano diferente, lejos de las duras realidades de los campamentos de refugiados. Además de brindarles momentos de diversión y amistad, les permite acceder a servicios médicos y vivir en un entorno más favorable.
La despedida de estos niños saharauis marca el fin de una etapa en la que han podido disfrutar, aprender y crecer lejos de las adversidades que enfrentan en su lugar de origen. Sin duda, esta experiencia deja huellas imborrables en sus corazones y en los de las familias que los acogen.
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