La planta de energía nuclear de Almaraz volvió a ser el centro del debate político el jueves en la asamblea extremeña, durante las preguntas dirigidas al presidente. El portavoz de Unidos por Standura, Irene de Miguel, cuestionó los argumentos «apocalípticos» que, en su opinión, la presidenta de la Junta Directiva, María Guardiola, utilizaba para justificar un posible cierre de la central eléctrica.
La última parada de Almaraz
Miguel mencionó la reciente parada temporal de Almaraz y otras plantas nucleares, que se extendió durante una semana, como una prueba de que «la realidad desmantela su mentira». El diputado reprochó a Guardiola por advertir sobre el «caos energético» si la planta dejaba de funcionar, cuando, según él, «Almaraz se detuvo y Madrid no se quedó sin luz».
También criticó que la presidenta extremeña defendiera que los ciudadanos asuman el costo de gestionar los desechos nucleares, mientras que el gobierno central propone que esta responsabilidad recaiga en las empresas que poseen los centros. «Señora Guardiola, deje Almaraz», concluyó.
«Normalidad absoluta»
Por su parte, la presidenta de la Junta Directiva aseguró que la parada era una medida técnica y motivada por la alta carga fiscal, la disminución de la demanda de energía durante la Semana Santa y una alta producción renovable debido a las tormentas recientes. «Esto es parte de la normalidad absoluta en el funcionamiento de una planta», dijo.
Guardiola insistió en que el cierre de Almaraz sería «un error muy grave», ya que contribuye al 7 % de la energía nacional, genera más de 3.000 empleos directos e indirectos y tiene un impacto económico de 800 millones de euros al año. También advirtió sobre el riesgo de interrupciones en la extinidad en los picos de la demanda y el aumento de las emisiones de CO₂ y el precio de la luz en el caso del resort de gas.
«Usted y su demagogia. Si depende de usted, el Centro habría estado cerrado durante varios años. ¿Pero qué propone? Volver al gas, al carbón o comprar energía de Francia al precio del oro, que tiene 56 centrales nucleares?» Guardiola respondió, acusando a Miguel de vivir en «un mundo tan hipócrita como irreal».
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