El Congreso Rechaza la Desclasificación del 23F: El Silencio del Poder que Nos Niega la Historia
El Congreso ha rechazado desclasificar los documentos del 23F, manteniendo en la oscuridad un episodio clave de la democracia española. La transición sigue oculta y el poder elige el silencio.
Ayer, el Congreso rechazó una moción para desclasificar los documentos del 23F. Con 291 votos en contra, incluidos los del PSOE, la democracia española sigue atrapada en una transición que teme a su propia historia.
Javier Sánchez Serna, representante de Podemos, lo dijo sin tapujos: “La ciudadanía no puede seguir tratada como menor de edad”. Sin embargo, una vez más, el poder elige el silencio. La pregunta sigue flotando en el aire: ¿A quién protegen con este secretismo?. La negativa a desclasificar estos documentos parece no proteger a la democracia, sino a las élites que han dictado las reglas desde hace décadas.
43 Años de Secretos: Una Democracia Encerrada en su Propio Pasado
Han pasado 43 años desde el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Cuarenta y tres largos años y, aún hoy, los ciudadanos no conocen la verdad sobre quién estuvo realmente detrás de ese intento de subvertir la democracia. Las instituciones siguen protegiendo la versión oficial, una versión cuidadosamente diseñada para proteger a los poderosos y no para informar al pueblo.
El argumento oficial para evitar la desclasificación es que la divulgación de estos documentos «pondría en peligro la seguridad del Estado». Pero, ¿qué tipo de seguridad se pone en peligro al revelar un episodio del pasado? Este argumento se vuelve endeble cuando consideramos que el verdadero peligro no parece recaer en el Estado en sí, sino en las élites que han mantenido un control absoluto desde la transición.
El PSOE y la Opacidad: Cuando el Progresismo se Detiene
El papel del PSOE ha sido especialmente significativo en esta votación. Una vez más, el partido se ha alineado con la opacidad, decantándose por mantener en secreto un capítulo oscuro de nuestra historia. Se presentan como un partido progresista, pero cuando deben escoger entre la democracia y los pactos de la transición, siempre optan por lo segundo.
Este no es un hecho aislado. La negativa a desclasificar los documentos del 23F se inscribe en una tendencia mucho más amplia: la de una democracia que sigue atrapada en los silencios de la transición. Se concedió amnistía a los verdugos, se permitió la impunidad del franquismo y se blindó la monarquía. Es una democracia sin memoria, y sin memoria, no puede haber justicia.
Sin Memoria No Hay Futuro
Mientras los documentos del 23F sigan ocultos, no podremos decir que vivimos en una democracia plena. Una democracia que teme a su pasado es una democracia que nunca podrá avanzar. Sin memoria, no hay justicia. Sin justicia, no hay futuro.
Las verdades que el poder no está dispuesto a desenterrar siguen siendo una herida abierta en la historia de España. Hasta que no se arroje luz sobre el pasado, la sombra de la duda seguirá acechando el presente y el futuro de nuestra democracia.
El Congreso Rechaza la Desclasificación del 23F: El Silencio del Poder que Nos Niega la Historia