Las redes sociales están llenas de imágenes transformadas en dibujos animados gracias a una nueva herramienta de inteligencia artificial. Un filtro aparentemente divertido podría representar un riesgo para la confidencialidad, ya que al utilizarlo se comparten datos personales y fotos que pueden ser reutilizados sin control.
Expertos en ciberseguridad advierten que estas aplicaciones almacenan imágenes y pueden utilizarlas para otros propósitos, lo cual es especialmente preocupante en el caso de menores. Además, algunos artistas señalan que esta tecnología afecta su trabajo.
No es la primera vez que ocurre algo similar; en el pasado, otros filtros virales, como el de envejecimiento, han generado dudas sobre el uso de datos.
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