El puente de mayo llega a su fin y, con ello, el regreso de muchos visitantes que han optado por el turismo de la naturaleza. Extremadura fue nuevamente uno de los destinos favoritos, especialmente para los turistas de Madrid, que aprovecharon las vacaciones para desconectar en la naturaleza.
El fin de semana la lluvia fue una compañera constante y se notó en los campamentos. La ocupación de las parcelas no superó el 30%, en parte debido a la incomodidad que implica acampar bajo la lluvia. La situación fue muy diferente en los bungalows, donde alcanzó el total. Ver llover desde la comodidad de una casa de madera fue una experiencia romántica y cómoda para muchos.
Los gerentes de los campings se aseguran de que el perfil de los campistas ha cambiado. Aunque la demanda de espacios abiertos ha aumentado desde la pandemia, los mochileros son cada vez menos y la edad media de los caravanistas ha descendido. Ahora predominan los matrimonios jóvenes con niños pequeños, que buscan comodidad, seguridad y contacto con la naturaleza sin renunciar a ciertas comodidades.
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