El gobierno ha aprobado la nueva ley contra el desperdicio de alimentos, una regla que obliga a bares y restaurantes a proporcionar contenedores gratuitos, para que los clientes puedan llevarse los restos de sus alimentos. Además, se requiere la creación de grandes áreas para donar excedentes y así reducir los desechos alimenticios.
Esta medida tiene como objetivo minimizar el impacto en el medio ambiente y en la economía causado por la pérdida de grandes cantidades de alimentos. Según los datos del sector, alrededor de 1.300 millones de toneladas de alimentos se desperdician en todo el mundo cada año, como confirmó Lali Bermejo, técnico de la Unión de Consumidores de Extremadura.
Ofertas antes de su vencimiento
Las regulaciones afectan a todas las conexiones de la cadena alimentaria. Entre otras medidas, también obligan a las empresas a reducir el precio de los productos cuando se acerca la fecha de vencimiento o la fecha preferencial de consumo, fomentando su venta en lugar de desecharlos. «La fecha de vencimiento se acerca y, por lo tanto, se reduce el precio de los alimentos para incentivar su venta», explica Lali Bermejo.
El éxito de la ley dependerá de la colaboración entre empresas, consumidores y otros actores del sector, para brindar una segunda vida a los productos.
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