En cuanto a la distribución del nuevo espacio, algunas posiciones están orientadas hacia la calle. En la planta baja hay 19 de ellas, mientras que en el piso superior hay 8, donde los espacios se combinan con quioscos de restauración, ofreciendo la posibilidad de que el cliente pueda hacer la compra y quedarse para un refrigerio. Los medidores de atención dan a la calle, permitiendo al cliente interactuar directamente con ellos y creando una sensación de mercado abierto, directo y conectado con la trama urbana, integrando lo que está dentro con lo que está fuera.
En el centro del nuevo mercado se encuentra un tragaluz que permite la entrada de luz natural en cualquier espacio del edificio, haciéndolo más luminoso y brillante.
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