El profesor de física de la Universidad de Extremadura, Juan Jesús Ruiz Lorenzo, ha sido nombrado miembro del Comité Consultivo de Infraestructuras Científicas y Tecnológicas únicas (TIC), un organismo clave para evaluar y planificar estas instalaciones estratégicas para el progreso científico en España.
Las infraestructuras científicas únicas, según explica Ruiz Lorenzo, son «equipos grandes o herramientas complejas que utilizan tecnologías muy avanzadas» y están destinadas a investigaciones públicas y privadas. En la actualidad, España cuenta con 26 de estas instalaciones, que incluyen infraestructuras localizadas como Atapuerca o el Laboratorio Nacional de Fusión; redes como la red de supercomputación española; y otras distribuidas como bases antárticas o flotas oceanográficas.
En Extremadura, detalla el investigador, hay dos de estas infraestructuras. «Por un lado, está la supercomputadora Lusitania, administrada por la Fundación Compazax, que forma parte de la red de supercomputación española», enfatiza. Esta supercomputadora, ubicada en Cáceres, asigna el 50% de sus recursos a proyectos de investigación nacionales. «Por otro lado, el centro de cirugía mínimamente invasiva Jesús Usón participa en la red de nambiosis, dedicada a la biomedicina y los biomateriales, con investigaciones como el estudio de la colonización bacteriana en las prótesis», agrega.
Estar en línea requiere más recursos
Ruiz Lorenzo también enfatiza la importancia de pertenecer a esta red de infraestructura, dado que permite el acceso a ciertas convocatorias de financiación. «Es una gran ventaja ser parte de esta red», asegura, enfatizando que estas instalaciones requieren inversiones iniciales de al menos 10 millones de euros para crearlas o actualizarlas.
Además, el nuevo miembro formará parte del equipo que evaluará y decidirá la incorporación de nuevas infraestructuras al mapa nacional, así como la mejora de las existentes. Cada cuatro años se realiza una evaluación completa del mapa para decidir qué infraestructuras se añaden y cuáles se eliminan.
Esta designación fortalece el papel de Extremadura en el campo científico nacional y resalta la relevancia de la infraestructura tecnológica presente en la región. «Es muy importante tener este tipo de instalaciones aquí, porque no solo promueven la investigación básica, sino también las aplicaciones prácticas que benefician directamente a la empresa», concluye Ruiz Lorenzo.
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