Varias patrullas de la Guardia Civil en Ávila interceptaron a tres cazadores furtivos entre 25 y 39 años en la A-50, en las cercanías de Peinaranda (Salamanca), quienes huían de la localidad de Muñosancho, donde estaban practicando la caza de forma ilegal y utilizando medios prohibidos.
Ante la noticia de que se estaba practicando caza ilegal en las cercanías de Muñosancho, la Guardia Civil decidió llevar a cabo un dispositivo de vigilancia discreto para detectar la ilegalidad y, esperando a los presuntos autores, pudieran faltar en la zona.
Una de las patrullas los detectó en la localidad de El Ajo, perteneciente al municipio de Ávila, realizando una maniobra que consistía en todas las pruebas, dirigidas a la localización de conejos, una actividad no permitida en la caza.
Los presuntos cazadores, al observar la presencia de la policía, tomaron la dirección de la CL-610 hacia Salamanca y se montó un dispositivo operativo por varias patrullas. Lograron interceptar el vehículo en el pico de Peinaranda (Salamanca), donde los tres ocupantes fueron interceptados e identificados.
En el registro del vehículo, se encontraron dos perros de raza Galgo en el interior, así como un visor térmico, un elemento prohibido para la caza que se utiliza generalmente para localizar conejos u otros animales ocultos.
Durante la inspección del área, los agentes también encontraron un conejo cerca del punto de control, que uno de los ocupantes arrojó desde la ventana del vehículo durante la huida.
Como resultado de lo anterior, los tres ocupantes fueron arrestados, uno de los cuales además tenía una orden de búsqueda, detención y entrega emitida por un tribunal en el Principado de Asturias.
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